A medida que continúes con tu experiencia de oración y ayuno de 21 días, puedes encontrarte buscando respuestas sobre aspectos de tu vida que has presentado a Dios muchas veces. Sientes que tus oraciones están en un patrón de espera y pasan meses o incluso años y no recibes una respuesta. Entonces, ¿cómo mantienes una vida de oración vibrante cuando parece que Dios no está respondiendo?
Elige no rendirte e intensifica tu fe en Él. Ya sea que estés orando por sanidad, por un cónyuge o por tu matrimonio, por un bebé o por tus hijos mayores, por un nuevo trabajo o por un avance financiero, por tu vocación o por una nueva aventura en el ministerio, tu fe es el factor crítico para acercarte a Dios.
Si bien Dios desea que seas sincero acerca de tus sentimientos, ten cuidado de no permitir que tus emociones abruman tu fe y confianza en Él. La fe genuina en Él perdura la oración sin respuesta.
Él promete escuchar y responder a tus oraciones antes de que dejes de orar (Isaías 65:24) y recompensarte por buscar diligentemente lo mejor que Él tiene para tu vida (Hebreos 11: 6).
Lo mejor de Dios se encuentra en una de las tres formas en que responde a la oración: sí, no o espera. Cualquiera que sea la respuesta, recuerda que la voluntad de Dios para tu vida siempre es "buena, perfecta y agradable" (Romanos 12: 2 NTV). El poner tu fe en Él y confiar en que Él te ama y que lo sabe todo, te ayuda a superar la duda, la decepción e incluso la desilusión con Dios.
LA ORACIÓN DEL DIA
Padre, vengo a ti con fe como de un niño, creyendo en ti y aceptando tu voluntad perfecta sobre mi vida. Sé que me escuchas y respondes mis oraciones antes de que termine de hablar. Por favor, dame la fuerza y la resistencia para seguir buscándote en oración sabiendo que todo lo que necesito está en ti. En el nombre de Jesús, yo oro. Amén.