El comienzo del año es el tiempo de hacer resoluciones, un tiempo para contemplar nuestras vidas y establecer metas para crear un futuro mejor. Un futuro mejor físicamente, financieramente, relacionalmente, espiritualmente y todo tipo de “mentes”. Pero si quieres experimentar un año extraordinario, el mejor año de tu vida el simplemente mejorar no va ser suficiente, tendrás que añadirle a las mejoras un poco de humildad. Porque más humildad siempre produce algo extraordinario. Pero, ¿qué es la humildad? La humildad, es decir, la humildad bíblica, es Fue a través de la humildad que un hombre tartamudo llamado Moisés liberó al pueblo de Israel de la esclavitud. Fue a través de la humildad que un joven llamado David derrotó a Goliat. Fue a través de la humildad que los apóstoles que un día abandonaron a Jesús luego difundieron el evangelio más allá de Palestina y desde el siglo primero hasta el siglo presente. Y, fue a través de la humildad de Cristo que Dios ofrece la salvación al mundo entero. No fueron solo sus talentos y recursos los que les permitieron vivir vidas extraordinarias, fueron sus talentos y recursos combinados con un propósito mayor que ellos mismos lo que les hizo vivir vidas extraordinarias.
LECTURA: 2 Crónicas 7:14-15 NIV.
“Si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra. Mantendré abiertos mis ojos, y atentos mis oídos a las oraciones que se eleven en este lugar.”
Después de que el rey Salomón había terminado la construcción de un templo para honrar a Dios (un propósito mayor que él mismo) y después de que dedicó el templo a Dios, una noche Dios se le apareció y le dijo: “ Si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora... ”En otras palabras, si quieres que Dios escuche tus oraciones en este nuevo año necesitas entender que Él busca y escucha las oraciones de aquellos que oran por un propósito mayor que ellos mismos. Así que, si deseas experimentar el mejor año de tu vida, comprométete a cumplir tus resoluciones. Pero más importante aun, humíllate y orar, no solo por ti mismo, orar también por los demás y nuevamente, orar por un propósito que sea mayor que tu. Y en mi opinión, no hay otro propósito mayor que el propósito de Dios, de que ninguna persona se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento para el perdón de los pecados y la restauración de su tierra.
PIÉNSALO:
Las personas que más nos inspiran son aquellas que han vivido vidas extraordinarias. Y apuesto a que si lo piensas, descubrirás que es porque vivieron para un propósito mayor que ellos mismos. Y la forma de hacer de este el mejor año de tu vida es dedicarte a un propósito mayor que tú mismo.
¿Cuál es el propósito detrás de tus resoluciones de este nuevo año? ¿Es para un propósito mayor que tú? Y si es así, ¿cuál es su propósito? En el comienzo de este nuevo año humillémonos ante Dios mientras que ayunamos y oramos. Garantizado que Dios escuchará esas oraciones.
ORA:
Padre celestial gracias por mostrarme que mis talentos y recursos debo combinarlos con un propósito mayor que yo mismo para que pueda disfrutar de esa vida extraordinaria que planeaste para mí, en este nuevo año mi mayor resolución es humillarme delante de Ti y orar para que ninguna persona se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento para que Tú los perdones y restaures como lo hiciste conmigo.