Los Fariseos hicieron lo posible para probar y poner trampa a Jesús. Y en este relato no fue diferente. Enviaron a un experto de la ley para preguntarle a Jesús cuál era el más grande de todos los mandamientos. Si había alguien que podía responder esa pregunta con seguridad sería el "supuesto" Hijo de Dios, ¿verdad? Pero como de costumbre, lo que Jesús respondió los dejó a todos sorprendidos: “Ama a Dios sobre todas las cosas, y ama a tu prójimo como a ti mismo”. Eso fue todo. Lo interesante de su respuesta fue que Él dijo luego, “y el segundo se parece a este”, lo que implica que amar a Dios Y amar a tu prójimo es de igual valor. En otras palabras, no podemos afirmar que amamos a Dios, si primero no podemos amarnos los unos a otros.
Esos dos mandamientos resumen cada aplicación de todos los demás mandamientos en las escrituras judías. Al obedecer estos dos mandamientos, en efecto los cumplimos todos. ¿No es eso increíble? Imagina lo que pensarían los fariseos. Una cultura profundamente arraigada en la “perfección” de la ley, esperaban algo más acorde a “no matarás” o “no robarás”. Nunca en “amar”.
Hoy mientras oras, examina tu corazón y pídele a Dios que te muestre con quién necesitas reconciliarte. Tal vez fuiste herido gravemente por alguien a quien amas, o tal vez, sin proponértelo fuiste tú quien lastimó a alguien. Ora para que Dios te dé la valentía de ir y no solo perdonar, sino también de buscar ser perdonado.
La Oración del Dia
Padre, te pido que me des el valor necesario para pedirle perdón a aquellos a quienes he lastimado. Sé por tu Palabra que mi relación contigo depende de que yo tenga una relación correcta con las personas con las que tú me has rodeado. Haré lo que dice tu Palabra porque creo que ella es Verdad. Por esto sé que seré bendecido. Gracias Señor, oro el Nombre de Jesús, amén.