“Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores”. “Porque si perdonan a otros sus ofensas, también los perdonará a ustedes su Padre Celestial. Pero si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre les perdonará a ustedes la suya.”
Cuando Jesús enseñó a sus discípulos a orar, Él se aseguró de que supieran cuán importante era el perdón y la relación personal con nuestro prójimo. Si perdonamos a otros, entonces Dios nos perdonará. Pero ¿qué sucede cuando nos cuesta hacer esto? La Biblia dice que, si no perdonas a los demás, Dios no te perdonará, pero ¿dónde encaja la gracia en esta ecuación?
Dios te ama tanto que, a pesar de todo, Él siempre te perdonará incondicionalmente. Esta es su gracia. Pero la misma gracia que Él te da sin condiciones, tú también debes darla a las personas que te lastiman, te ofenden o hablan en contra tuya. No importa si ellos no lo merecen, Dios espera que nosotros seamos más como Él y que a pesar de todo, también perdonemos a los demás.
LA ORACIÓN DEL DIA
Padre, gracias por el amor y la gracia incondicionales que derramaste en mi vida. Te ruego que yo nunca retenga ese mismo amor y gracia hacia los demás. En los momentos que lo hago, oro para que tú me des la convicción de reconocerlo y de pedir perdón. Gracias Señor, te lo pido en el Nombre de Jesús.