Reconoce la restauración de tu relación con Dios que Jesús logró y Su propósito en tu vida. Recuerda que Satanás y el pecado ya no tienen autoridad sobre ti. El acceso directo al Padre Celestial es tuyo a través de Cristo. El Espíritu Santo te da poder para vivir una vida piadosa y la Palabra de Dios te ofrece dirección en cada aspecto de tu vida.
Acércate a Dios por medio de la provisión de Su gracia hacia ti. Con audacia y confianza, pídele ayuda sabiendo que no solo te está escuchando, sino que antes de que termines de hablar Él ya te ha contestado (Isaías 65:24).
LA ORACIÓN DEL DIA
Padre, te doy gracias por abrirme el camino a través de la sangre de Jesucristo que me ha limpiado de todos mis pecados - pasados, presentes y futuros. Que siempre pueda recordar esto y acercarme a ti todos los días. En el nombre de Jesús, yo oro.